La situación del pueblo de Mortera en medio del camino que comunica la autovía A-8 con la costa de Liencres, convierte al centro de este pueblo en un punto de paso obligado por todos aquellos que residen en esta área de la costa -que son muchos- en su acceso a la autovía. A ello debe añadirse el enorme tráfico relacionado con las playas del litoral de Liencres durante el buen tiempo, que mayoritariamente pasa por aquí.
Lo estrecho y sinuoso del vial a su paso por Mortera completa una clara situación de peligro para los vecinos del pueblo, dada la elevada velocidad que con frecuencia llevan los vehículos, a pesar de semáforos y los badenes instalados para reducirla. Basta decir que no hay año en el que algún loco no colisione con los edificios, invada parques o se lleve algunos bolardos por delante.
La percepción de este peligro es antigua: hace más de doce años, siendo el actual presidente Revilla consejero de Obras Públicas, un grupo vecinal solicitó la creación de una variante que acabase con el problema, y no ha dejado de proponerlo desde entonces. Lo que se obtuvo fue una mejora de la carretera de acceso al pueblo que, en todo caso, lo agravó. En la anterior legislatura, la Consejería de Obras Públicas incluyó por fin, dentro de su Plan de Carreteras, la tan esperada variante, pero pasaron los cuatro años sin más noticias. El proyecto volvió incluirse en la legislatura actual, y hasta llegó a redactarse un borrador de proyecto cuyo decurso ha sido detenido misteriosamente tras el momento en que fueron admitidas las primeras alegaciones o sugerencias.
Aunque con algunos aspectos discutibles, el proyecto actual es completo y adecuado. Consiste, en esencia, en una rotonda ubicada en la salida de Mortera dirección Liencres, que forma el centro de una «Y»: una sus 3 ramas sería la vieja carretera Mortera-Liencres, que se ampliaría; la segunda llegaría desde la citada rotonda hasta el Hospital de Liencres tocando Prezanes, y la tercera sería la variante propiamente dicha, que bordeando Mortera hacia el valle uniría la rotonda con el Alto del Cuco. Querríamos una carretera de nueva factura, con carriles peatonales y especial atención a los aspectos medioambientales y paisajísticos de la zona, y pienso que no sería difícil conseguido, pero la legislatura va pasando, y como otras veces otros proyectos salen adelante y el nuestro se queda. ¿Qué misterio se oculta tras tantas postergaciones? ¿A qué intereses personales perjudica este trazado? Todo un tema apasionante para los amigos de los misterios.
