Efectivos del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Cantabria investigan las causas de la muerte de un tasugo, o tejón, que apareció muerto recientemente en uno de los espacios protegidos de Piélagos, el monte La Picota, a consecuencia de varios mordiscos en el abdomen. Según explicaron ayer fuentes de esta unidad, el animal habría sido el 'blanco' de un entrenamiento con perros de caza, actividad que no está permitida en la zona.
La Asociación Ecologista Mortera Verde fue quien dio el aviso tras encontrar el cuerpo sin vida del mamífero.
Con éste, ya son dos los casos en los que en la Picota una acción indiscriminada termina con la vida de un animal. Como se recordará, hace unos meses, un águila ratonera (de las dos o tres que habitan en la zona) murió abatida a tiros de escopeta en el pico. La rapaz fue encontrada a la altura de Liencres «reventada» por un perdigonazo en el vientre.