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... Dentro de la habitual operación preventiva de la Guardia Civil -puesta en marcha hace más de una década para la 'berrea'-, agentes del Seprona efectuaron un total de 52 denuncias en territorio cántabro. Lo más alarmante, la incautación de dos cepos de grandes dimensiones en la comarca de Liébana.
Los dos artefactos, de unos 40 centímetros de longitud, se hallaron en el Portillo de Las Brañas, en el municipio de Cabezón de Liébana. Una grave infracción contra la Ley de Caza de Cantabria y un auténtico peligro para la integridad de cualquier especie o senderista que atraviese el paraje. Así lo advierte Ignacio Valle, presidente de la Federación Cántabra de Caza: «Los cepos no son selectivos. Lo mismo puede caer un oso, un lobo, un venado o, incluso, una persona. Le puede partir el pie». La Guardia Civil sigue tratando de averiguar el origen de las dos trampas colocadas.