Revindicado por Mortera Verde...


La Consejería de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Cantabria ha incoado un expediente para declarar a la fortificación militar o castillo de Corbanera -ubicado en La Maruca- como Bien de Interés Cultural (BIC) con categoría de monumento. La edificación, que fue levantada en 1874 como elemento defensivo de la ciudad, se considera a día de hoy por algunos expertos como la estructura «más importante» que se conserva de la época. En cambio, lo peculiar del pequeño trozo de historia que se erige en el santanderino barrio de Monte, es que su estructura es también la de parte de las viviendas que se reparten a su alrededor e, incluso, en su interior. Más concretamente una, que es la casa que, habitada desde hace generaciones, se encuentra al abrigo de los muros de una estructura concebida con la idea de ser impenetrable.
Cuentan los vecinos de la zona que hace décadas, la Diputación Regional intentó negociar con los propietarios, ofreciéndoles una casa en otro lugar a cambio de que despejaran el fuerte, una negociación que obviamente no llegó a buen puerto.
Sin conocer con exactitud qué ocurrirá con la vivienda de su interior, la tramitación iniciada por el Ejecutivo para la protección de la fortificación acaba de dar sus primeros pasos, pese a que viene siendo desde hace años una reivindicación por parte de algunos particulares y colectivos, como el ecologista Mortera Verde. Así, el expediente se acaba de publicar en el Boletín Oficial de Cantabria (BOC) y en él se señala que el entorno de protección del fuerte, que queda delimitado por las parcelas que lo circundan y la medianía de los caminos, es el «mínimo imprescindible» para asegurar la visibilidad y comprensión del bien, dado que se encuentra en un lugar cuyas vistas al mar «deben protegerse».



Defensora de la ciudad
La opinión del catedrático e historiador José Antonio Pérez va de la mano con la intención del Ejecutivo ya que considera que la fortificación de La Corbanera - «que se conserva gracias a que sus lienzos no llegaron a ser agredidos bélicamente»- es de especial significación para la ciudad dado que ha protagonizado diferentes acontecimientos históricos.
Así, explica, fue levantada con la intención de defender la ciudad durante la tercera guerra Carlista. Una vez finalizada la contienda, el arquitecto Alfredo de la Escalera diseñó un proyecto para albergar en ella una cárcel provincial que finalmente se ubicó en un solar del antiguo cementerio de San Fernando. Ya en la Guerra Civil Española, los republicanos construyeron el adarve de su interior -que hoy todavía se conserva- para atisbar posibles desembarcos franceses. Hace décadas, se permitió la construcción de viviendas en su interior y en la periferia, pese a que el propietario era el Estado Español.
La fortificación, de 50 metros de diámetro y con cuatro torres que se orientan a los puntos cardinales, es además protagonista de la publicación 'Fortificaciones de la Maruca (La batería de San Pedro del Mar y el Castillo Corbanera)' que editó el Ayuntamiento en 1977.