Es urgente detener la expansión del eucalipto, sacarlos de los espacios protegidos, mejorar la gestión forestal de las plantaciones y regular su uso para biomasa En vísperas del Día Forestal Mundial (lunes 21 de marzo), más de 20 organizaciones de conservación de la naturaleza y colectivos ecologistas de ámbito nacional y de Andalucía, Galicia, Asturias, Cantabria y el País Vasco han hecho público hoy el manifiesto Una Visión Común sobre el problema de las plantaciones de eucalipto. En el documento los colectivos firmantes hacen un breve análisis sobre la conflictividad asociada a estas plantaciones y, sobre todo, definen una hoja de ruta para las administraciones públicas y el sector del eucalipto para acabar con más de 40 años de conflictos generados por estas plantaciones.
“Durante los últimos cuarenta años este árbol ha dado lugar a encendidas polémicas sobre sus impactos ambientales, sobre su rentabilidad o sobre la capacidad del territorio para seguir acogiendo más eucaliptos”, ha declarado Miguel Ángel Soto, responsable de la Campaña de Bosques de Greenpeace.
El eucalipto en Cantabria
Según los datos publicados por el IFN II (1986-1999), los cultivos de eucalipto en Cantabria alcanzaban a finales de la década de los años ochenta las 32.000 ha. El IFN III (2004) arrojaba la cifra de 46.182 hectáreas, si bien solo 26.000 aparecen como masas puras. El sector del eucalipto reconocía a mediados de la década de los años 90 la existencia de, al menos, 40.000 hectáreas de plantaciones puras de eucalipto en la región –principalmente Eucalyptus globulus o eucalipto blanco–, pero las estimaciones actuales, a falta de datos oficiales, hablan de 60.000. Como en Galicia y Asturias, en los últimos años, también ha cobrado fuerza el Eucalyptus nitens (eucalipto rojo), especialmente en zonas del interior.
Actualmente, las masas puras y mixtas de eucalipto han llegado a ocupar más de 760.000 hectáreas en toda España. Tras Galicia, la región con más superficie de eucalipto en nuestro país es Andalucía (156.000 ha), seguido de Extremadura (75.000), Cantabria (60.000 ha), Asturias (58.000 ha) y el País Vasco (14.500 ha). España dispone del 7% de la superficie mundial dedicadas a las plantaciones de eucalipto, que suman más de 20 millones de hectáreas. Brasil, India y China son los principales países con este tipo de plantaciones. Si tenemos en cuenta solo a la especie Eucalyptus globulus, en la península ibérica se localiza el 53% (31% Portugal, 22% España) de la superficie mundial ocupada por esta especie.
“En el Año Internacional de los Bosques, las asociaciones de defensa de la naturaleza hacen una propuesta para acabar con la conflictividad asociada a las plantaciones de eucalipto, para poder sumar esfuerzos, junto a la industria y los propietarios, a favor de los productos forestales de origen social y ambientalmente responsables”, ha declarado Félix Romero, responsable del Programa Forestal de WWF España.
Aunque en Andalucía y Extremadura la superficie de eucalipto ha disminuido en la última década, en otras regiones la planificación forestal no ha podido o no ha querido delimitar cómo y dónde se pueden seguir plantando. El entorno de Doñana, la Galicia interior o la media montaña de Asturias o Cantabria siguen siendo ocupadas o corren el riesgo de verse afectadas por estas plantaciones. Además, el eucalipto muestra una significativa capacidad invasora, sobre todo después de incendios, que favorece su expansión.
“Los males del eucalipto no son imputables a este árbol, sino a unas deficientes técnicas de ordenación territorial, repoblación, selvicultura y explotación, es decir, al ser humano. Y a unas afirmaciones de la industria sobre su alta rentabilidad que, con el tiempo, se ha demostrado su falsedad”, ha declarado Gonzalo Canales Celada de ARCA.
El manifiesto Una visión común sobre el problema de las plantaciones de eucalipto recoge un conjunto de demandas elaboradas por el movimiento ecologista con el asesoramiento de una parte de la comunidad científica, que abogan por una ordenación racional del sector y por la mejora de las prácticas forestales en estas plantaciones. El manifiesto recoge ocho grandes directrices:
• Fijar un límite de ocupación del territorio basado en criterios científico-técnicos.• Respeto a la planificación forestal, las estrategias y planes de ordenación del territorio y la legislación ambiental.
• Prohibición de nuevas plantaciones en espacios naturales protegidos y eliminación progresiva de las existentes.
• Establecer directrices de gestión específicas con indicadores para reducir significativamente los impactos negativos del modelo de gestión de los eucaliptales.
• Incrementar y mejorar la investigación independiente sobre gestión forestal aplicable a las plantaciones de eucalipto en la península Ibérica.
• Utilizar la certificación forestal del FSC (Forest Stewardship Council) como una de las herramientas posibles para mejorar la gestión de las plantaciones de eucalipto.
• No autorizar el desarrollo de plantaciones de eucaliptos transgénicos.
• No considerar las plantaciones de eucalipto como solución al cambio climático.
• El compromiso de la sociedad con la reducción del consumo de papel y de energía.
Pese a la gran superficie ocupada por estas plantaciones, el sector del eucalipto demanda nuevos y mejores suelos para el cultivo con mayores crecimientos, con la promesa de reducir la superficie ocupada, pero esta demanda está generando un desplazamiento hacia nuevos espacios. También, la irrupción a finales de 2010 de la plaga del nematodo del pino en el sur de Pontevedra está siendo utilizado por el sector del eucalipto para proponer este árbol como solución. Por último, la entrada del sector papelero en el negocio energético está generando demanda de suelos fértiles agrícolas para plantar eucaliptos destinados a su quema para biomasa. “El movimiento ecologista quiere huir de posiciones irreductibles a favor o en contra del eucalipto. Nuestras demandas señalan una hoja de ruta hacia donde debe encaminarse el sector y el futuro de las superficies ocupadas por eucalipto” ha declarado Felipe González, de la delegación de SEO/Birdlife en Cantabria. “Deberíamos empezar por dejar de plantar eucaliptos en los espacios protegidos” y en los hábitats de especies amenazadas.